15 años ya desde que se inauguró Terra Mítica. Cómo pasa el tiempo, ¿eh? 
Y en esos 15 años hemos disfrutado del mismo la friolera de…¿estáis prepararos? Dos veces. Y no dos veces cualquiera, nooooo. Dos pases de tarde. 
Si sabes algo de estadística, sabrás que en ocasiones hay elementos tan alejados de la curva de distribución normal que son despreciados, ¿no era algo así? 
Pues ese cero coma algo en las estadísticas del parque éramos nosotros.
O sea, que éramos el ridículo porcentaje de residentes que no había acudido todavía.
Y explicaciones más bien pocas, máxime cuando la mejor amiga de mi marido y madrina de mi hija ha estado trabajando allí durante 11 años, y se ha dejado litros de saliva y montones de invitaciones aparcadas esperando a que nos dignásemos a aparecer.
Por eso cuando el año pasado fuimos por primera vez y la llamamos…

-«Riiing….riiing…»
 -«Sí…»
-«Holaaaa….mira, mira la foto que te acabamos de enviar, mira donde estamos…»
-«…»
-«Ji, ji, ji!
-«Calla que te va a oir»
-«Que nada, es un parque nuevo que han abierto y dicen que está super bien para los niños. Tenéis que venir, eh? ¿Eh? ¿Eh? Me ha colgado…»

…no le hizo mucha gracia, la verdad. Desde entonces algo se ha roto entre nosotros…

Pero ay, que llegan los niños y entonces todo cambia. Y nos volvemos locos: por fin pisamos Terra Mítica.

Ay, qué nervios. Un gusanillo que te entra al pasar por el control como un momento súper emocionante. Y es tan bonito todo, y tiene tantos árboles… Porque claro, en mi mente se había formado la idea de un secanal con árboles recién plantados y un ambiente casi desértico. Pero lo mismo 15 años después la cosa cambia…

Y tan bien lo pasamos todos que este año volvimos a repetir y MI opinión es que no te lo puedes perder. Eso sí, el planazo dependerá de la edad de los pequeños.
Yo de momento he ido con pase de tarde. El año que viene intentaremos ir todo el día.
   
Las atracciones que nosotros visitamos hay que señalar que el de 3 y pico, ya las disfrutó el año pasado, o sea que son totalmente familiares siempre y cuando tus peques sean de emociones fuertes. La mediana este año, no sé si por sensatez, o miedo, ha disfrutado menos de las que son más de «mayores», y yo…Pues yo soy una miedica nata, que se marea con ver esas montañas rusas, y que, aunque lo intenta, el cuerpo de jota que se me queda después invita más a esperar tomándome una cañita en la sombra que dejándome el hígado en las alturas. Este año he pasado directamente del postureo. Sin caretas…

Antes de entrar al recinto, entre la entrada de Terra Mítica e Iberia Park se encuentra el majestuoso Lago de Alejandría donde tienes la oportunidad de dar un paseo en un patín en forma de cisne. Es para cuatro personas pero nosotros subimos los cinco sin pegas.
Dura aproximadamente media hora y la verdad, a mí me encantó y tuvimos ocasión de acercarnos a la zona de Iberia Park, que hemos dejado para otra visita.
La verdad es que mi hija estaba algo angustiada por si acabábamos llegando al mar y sólo quería volver, y el pequeño no hacía más que buscar animales salvajes, pero, salvando esos momentos, y que los gemelos y los cuádriceps se te ponen como rocas, más si no estás acostumbrado, es un paseo totalmente recomendable…

Ojo, cuidado con dar de comer a los cisnes, pasa esto…

Ya una vez dentro del parque, y en la zona de Grecia, entramos en el LABERINTO DEL MINOTAURO. El pequeño pasó algo de miedo (es recomendable a partir de 4 años), pero a la salida pidió repetir si se sentaba al lado de papá para matar monstruos. La idea es disparar a todos los seres mitológicos malosos y enfrentarte al final al Minotauro disparando unas pistolas láser a las dianas que van apareciendo. No sé si es que las nuestras no funcionaban o que nuestra puntería es pésima, porque sólo el padre de las criaturas fue capaz de hacer marcador. Aunque claro, el juega con ventaja…Está bien ambientada y es original, aunque a nivel de emociones no es de traca.



   LA FURIA DE TRITÓN. Bueno, aquí fue cuando yo dije que una y no más. Y este año el peque repitió hasta la saciedad, aunque se supone que la edad recomendada son seis años…Como en una aventura marítima, es súper emocionante y hay caídas de hasta 15 metros. Lleva ropa de cambio o aprovecha ahora que es verano porque sales calado…

EL TEMPLO DE KINETOS, un cine 5d que este año proyectaba sesiones para diferentes umbrales de edad, así que entramos a ver, por petición del benjamín, una de ratones y carreras. La verdad es que es genial sentir cómo vas en un fórmula uno por el suelo del salón y el subsuelo. A mí me divirtió muchísimo.

Por último nos subimos a ALUCINAKIS, la versión mini de la montaña rusa de madera Magnus Colossus. Esta les encanta y siempre hay que repetir. Insisto, me da vértigo. Sí, lo sé.

Saliendo de Grecia y entrando en Egipto descubrimos una novedad, tan nueva que lleva tres semanas abierta: CUCAPARK. Cuca es la mascota infantil del parque y, qué mejor homenaje a los 15 años de existencia que dedicarle su propia zona. Me pareció un acierto, ya que los más pequeños de la casa por fin cuentan con atracciones a su medida, incluyendo un gigantesco parque de bolas y zonas refrescantes.

Ya en Egipto. la siguiente parada fueron las CATARATAS DEL NILO, en la que una barca en forma de sarcófago te regala caídas de 20 metros, otra de espaldas, y mucha mucha agua. No, yo no repito. Cuenta con la versión mini AKUATITI, con barcazas para dos peques que la verdad, al de 3 y pico lo dejó algo indiferente después de la de mayores…
Y por fin acabamos en ROMA, la zona infantil por excelencia.

El padre de mis hijos aprovechó para probar la magnífica Colossus mientras estos subían en bucle, una y otra vez en los COCHES DE CHOQUE. La de 6 va a darme unas clases de reciclaje -hay que ver cómo controla-  y el de 3…a este le hacen falta muchos colacaos.

En AYKQUESUSTUS se emula la caída libre para niños, ROTUNDUS que sobrevuela Roma en una mini noria, los patos voladores de SERPTENTINUM y la góndola voladora de VERTIGUM.
Ha desaparecido alguna como las sillas voladoras, pero francamente no pararon ni les dio tiempo a echarlas en falta.


Claramente es una visita para los más pequeños, los mayores…en otro momento.
Lo mejor, no hacer colas o muy breves. Las tardes es lo que tienen, y el ser principios de julio también.

No puedo despedirme sin incidir en lo accesible que es el parque. Rampas por todas partes, y una pulsera identificativa conjunta a las entradas para personas con discapacidad que te permiten, junto a los acompañantes, acceder a las atracciones por la parte trasera evitando colas. Y por supuesto, el personal súper educado y amable.
Sólo puedo decir cosas buenas de mi experiencia, y estoy deseando de que llegue el verano que viene, con niños más grandes y más posibilidades de pasar el día completo y probar, por ejemplo, la zona acuática de las FUENTES DEL NILO. No veas con el calor que hacía, las ganas de meterte dentro, ropa incluida, y probar el jacuzzi.

El año que viene…

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