Cascada-delfines-jardin-histórico-parques-niños-blogger-blogUno de los lugares más bonitos para visitar con los pequeños en Melilla, para mi gusto, es sin duda el Parque Cándido Lobera, una cita que teníamos pendiente desde hacía meses y que al fin pudimos llevar a cabo.
En pleno centro, a los pies del Parador, y lindando con el Fuerte Victoria Chica (1732, si no me equivoco) y en su parte baja con el auditorio Carvajal,  fue construido en 1927 como homenaje a una de las personalidades de la ciudad, de homónimo nombre, militar, profesor, escritor, político, periodista, fundador y primer director del periódico local «El Telegrama del Rif».

El objetivo de la creación de este espacio verde fue el de modificar la escena urbana, ya que en dicho lugar se habían asentado chabolas, barracas y cuadras, muchas adosadas a las murallas del cuarto recinto, por inmigrantes sin recursos. Se acumulaban, además, basura y tierras por las lluvias (la geografía es un plano inclinado).
Por lo que he podido investigar, en sus tiempos de esplendor llegó a contar con jaulas de pájaros autóctonos y tropicales, estanque de patos (hasta hace poco), y una frondosa vegetación.
He de decir que la vegetación hoy en día no es frondosa, sino que lejos de serlo, da sensación de demasiado despeje. Aún así, a mí me encantó encontrarme una pinada dentro del parque y tantas especies de plantas y flores.
No suele haber mucha, gente -no las veces en las que yo he ido a pasar un rato-, y se suele estar bastante tranquilo. De hecho se respira eso, tranquilidad, lejos de los griteríos que ensordecen habitualmente estos lugares. Lo primero que llama la atención es, sin duda, lo más característico: su estanque con cascadas y las esculturas.
Los niños disfrutaron muchísimo, alucinando con las fuentes, los templetes y, por supuesto los columpios.

Se dedicaron a correr por las proximidades de la muralla e inventaron mil historias -y es que el entorno como véis no es para menos.

Soy anti parques, lo confieso, pero, una cosa es el parque con columpios del que reniego y renegaré mil veces y otra es el PARQUE, ese espacio que te aporta algo más. En este caso, la mezcla de pequeño pulmón, ocio, tranquilidad e historia. Los caminos que lo atraviesan. Y como he dicho antes silencio, el único sonido: el agua cayendo por las pequeñas cascadas. Os lo prometo.

¿Qué os parece?¿Sois de parques o de PARQUES?

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