inclusión-juego-derecho-igualdad-blog-reivindicaciónSegún el artículo 31 de la Convención de los Derechos del niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones unidas se reconoce «el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes».
Así que TODOS los niños, indistintamente de su condición, tienen el derecho a jugar. 

Sin embargo, la realidad es que algunos no lo tienen tan fácil.
 ¿Os habéis parado a echar un vistazo en los parques de vuestro pueblo o ciudad?¿Cuántos parques son accesibles?

Y por accesibilidad entendemos tanto la entrada al mismo, la disposición de los elementos del parque como la existencia de columpios adaptados.
Es cierto que las ciudades son cada vez más accesibles. Se va teniendo en consideración cada vez más las necesidades y la realidad de todas las personas con algún tipo de condición o discapacidad para el diseño y rediseño de su urbanismo. Accesos a espacios públicos, aceras, semáforos…pero los parques siempre son los grandes olvidados, la asignatura pendiente.
Sólo hay que echar un vistazo a la prensa y constantemente nos encontramos noticias en las que se informa de la inauguración de un nuevo columpio en determinado municipio. Un columpio y es noticia. Ese es el nivel de accesibilidad que existe hoy por hoy en nuestro país.
Yo no aspiro a encontrar parques completamente adaptados ni a leer a diario este tipo de información.
Yo aspiro a que llegue un momento en el que no nos llame la atención un columpio en el que se pueda subir una silla de ruedas porque entonces significará que es lo normal, la norma.
El no tener en cuenta a nuestros niños supone un problema para readaptar los espacios pero 1. no lo imposibilita, 2. no lo encarece demasiado y 3. hace parques más seguros. No, no es tan caro como podemos creer. Y, desde luego, si desde un primer momento las cosas se hicieran bien, esos costes se reducirían bastante.
Hay ciudades en las que existen espacios para mascotas, para perretes concretamente, por doquier (y no me malinterpretéis que tengo perra y los valoro muchísimo). Sin embargo no encontramos lugares de juego en los que todos los niños puedan jugar por igual.
Una mamá de Barcelona que reivindica columpios para sillas de ruedas para niños como su hijo con Parálisis cerebral infantil y ataxia, ha sido el punto de inflexión para que el consistorio revise los planes de accesibilidad y se ponga la pilas (noticia). Abrió además una petición en change.org que os enlazo aquí por si queréis sumaros.
Otro padre de Valencia, Jorge Palomero Ferrer, prestigioso arquitecto especialista en accesibilidad universal y diseño para todos, ha publicado un libro formato PDF  «Parques Infantiles Accesibles» motivado por una necesidad personal tras el nacimiento de su hijo Martín hace cinco años. Este estudio se ha convertido en un referente. 
Como estos padres tantos otros que, desde sus posibilidades y conocimientos, van denunciando y visibilizando un problema que debe dejar de serlo.
No se debe olvidar como hemos dicho que el juego es un derecho, Que es necesario para el desarrollo de un niño a todos los niveles. Que necesitamos parques inclusivos, para todos. Espacios de juegos comunes, no preferentes, ni diferenciados, donde todos puedan compartir un espacio.
En fin, os invito a prestar atención a vuestro entorno y compartir en redes la existencia o inexistencia de los mismos. ¿Os animáis? #parquesinclusivos
¡Gracias por estar ahí!

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