Discapacidad-muycapaz-logros-hijos-blog-avancesHay días en los que un pequeño gesto lo cambia todo.
Algo breve, efímero, casi imperceptible que te llena de energía y te anima a seguir, pese al cansancio.
Reconozco que en nuestro caso el entusiasmo de los primeros años de terapias ha dado paso a una calma y una esperanza sosegadas. Sin más pretensiones que continuar, como algo rutinario a la espera de lograr asentar las bases para lograr una mayor autonomía.
Y si conseguimos algo más, bienvenido será.
Últimamente veo a #Elde9 regalándonos suspiros de ese calibre, y no os podéis ni hacer una idea del subidón -literalmente, porque saltamos y brincamos dando palmas- que supone.
¿Queréis conocer los nuevos logros? o achievements que dicen los ingleses y que suena muy cool…

1. La espera esperando.

A unos metros del colegio de sus hermanos hay un paso de peatones de esos incómodos. Incómodo porque el semáforo tarda eones en ponerse en verde, y para Rodrigo es desesperante porque no acaba de entender que lo de cruzar en rojo es peligroso. Así que siempre andamos a la gresca, sujetándole de la chaqueta y de la mano, o de lo contrario me quedo sin niño.
A ambos lados del paso de peatones, en la acera hay dos pivotes de hormigón con un diámetro de unos 30 cm, en el que los otros dos se sientan a esperar.
Pues bien, hace un par de días cuando regresaba de recogerlos, y el señor del semáforo para variar se encontraba en rojo, antes de que tuviera que decirle «Rodri no podemos pasar» me sorprendió escalando y subiéndose a uno de esos pivotes. Su hermana, sonriendo le dijo «Anda, si me has quitado el sitio» y él, con esa sonrisota, se reía a carcajadas.
Aquí nos encontramos con:
– Una mejora en la comprensión auditiva
– Una mejora en la comprensión visual
– Una mejora en el equilibrio
– Una clara identificación de emociones con una respuesta concorde.

– Imitación
Todo esto por subirse a un pivote mugriento…

2. Maneras de beber.
Uno de los momentos preferidos de este muchacho es la hora del aseo, y toda la rutina que conlleva. Controla la secuencia y la disfruta tanto, que deja de ser tediosa para mí.
Cuando acabamos de lavarnos bien lo trato de mantener en el baño mientras me aseo yo porque la espera la lleva regumal y si tardo un poquito más de lo que él considera aceptable se me despelota. Literalmente. Y estoy muy cansada de vestirlo tropecientas veces a lo largo de la mañana.
Así que me lo llevo a donde voy para tenerlo controlado.
Pues andaba yo con el cepillo de dientes y el grifo abierto para enjuagarme cuando de repente agachó la cabeza para beber. ¡Nooo! que el agua de aquí no puede ni olerse.
Me dio mucha rabia no poder reforzarlo porque aquí no puede hacerse eso sin riesgo a contraer cualquier enfermedad gastrointestinal, pero evidentemente lo jaleé y su padre también, que acudió segundos después a ver qué pasaba.
Lo mejor de todo, ¿dónde lo aprendió?¿Fue instintivo porque tenía sed?
Pero la cuestión es que
– coordinó su cuerpo con la acción que pretendía realizar
– comprendió que si agachaba la cabeza podría beber agua
Estas acciones, tan automatizadas para nosotros, para él significan un auténtico logro a nivel cognitivo y físico, en cuanto a control postural y propioceptivo se refiere.
Y esto en un par de días. ¡Una locura!
Así que os invito a que cualquier logro de vuestros pequeñines -y no tan pequeñines- los celebréis de la manera que se merecen porque pueden ser el preludio de algo enorme.
¡Gracias por estar ahí!

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