Bitácoras-día1-vacaciones-trimaternidad-bloggerCuaderno de Bitácoras. Dia 1 (22/06/2017)
Jo, siempre he querido escribir una carta que comenzara así, que le da como mucho dramatismo a la historia. Y es que no es para menos. Aunque las clases finalizan hoy, nosotros las hemos comenzado unas horas antes: el mayor no tiene clase y los otros dos apenas un par de horas y tenemos que acudir a la Asociación de Autismo. Francamente, no me cuadra nada bien ni me apetece ir con la lengua fuera con la que está cayendo…Vamos, que con dos manos, dos pies y sin don de la ubicuidad no lo veo.
Pero vamos a lo importante.
Ayer ya se respiraba la alegría en mi cuerpo serrano. Esa pachorra que da el saber que no hay prisa por secar el uniforme húmedo en el microondas, ni preparar almuerzos improvisados pan-loncha-pan, planchar uniformes, revisar mochilas, agendas, mocos, etc…
No. Me pasé la tarde cantándole a la vida, que me ha dado tanto, dando palmas, besos y abrazos por doquier.
Cuando a las 8 de la tarde vi que dos miembros de mi prole habían caído cual dos marmotas en hibernación sólo quería arrancarme el moño de cuajo. Y todo porque no les dio la real gana dormir la siesta. Así que hoy minipunto para mamá. Me deben una.
Claro, esta mañana a las cinco todos en pie. Pero eso no es lo peor, Lo peor del puto maldito karma es que hoy, precisamente hoy, me haya desvelado a las 3 de la mañana. Yo. En el silencio de la madrugada. Escuchando a las gaviotas (cómo no, si no hay bicho viviente que haga más ruido, por favor) y a mi propio cabreo cobrar vida. Aquí lo tengo sentado a mi lado rebufando aún…
Así que comenzamos las vacaciones con un madrugón rico rico, pero sin fundamento. No he leído prensa, ni he escrito, ni he realizado las nobles tareas del hogar…Me he dedicado a divagar, a autocompadecerme y, como diría mi querida Cristina Quiles, tocarme la seta a dos manos…
Porca miseria.
Hoy es un día grande. Tenemos resultados de la evaluación de #Elde9 para confirmar diagnóstico de Trastorno de Espectro Autista, y allí nos vamos todos, de excursión cual tribu de los Brady pero muy disfuncional.

#Elde5-blog-trimaternidad-vacaciones-veranoPARÉNTESIS:

 – ¡Mamááááá!¡ Que no encuentro el holograma de Yokaiiii!¡Y no puedo salir de casa sin él!¡Por qué me pasan estas cosas a míiiii!
Busca un disco de 2 cm de diámetro por toda la casa que le salió el día anterior de esas bolsas timo de gusanitos anti Basulto. Lo encontramos para dicha de todos.

FIN DEL PARÉNTESIS.

En la asociación los meten en una sala a jugar y, mientras la logopeda, que es todo amor con voz dulce y pasuada, nos cuenta los resultados, sólo puedo escuchar de fondo ¡Plam! ¡Crash! ¡Ajajaja!¡¡PLAF!!, eso y la valoración que sí, que nos confirma el diagnóstico. Mezcla de alivio y pena. Pero de esto ya hablaré otro día, que aún lo estoy digiriendo.
Nos vamos a casa.
Pasa la mañana entre gritos del mayor que está desubicado al no tener su rutina de clase, la mediana que me quiere contar absolutamente toda la película de Los mundos de Coraline con pelos y señales (no una sinopsis, no, sino la versión extendida del director y comentarios de los extras) mientras me persigue por la casa, mientras #Elde5 le grita que se calle, que a él le da susto, y eso que no le dejé que la viera
PARÉNTESIS:
– ¡Mamááááá! Que no encuentro el holograma de Yokaiiii!
Venga, a buscar el dichoso holograma que aparece al lado de la tapa del inodoro.
FIN DEL PARÉNTESIS.
Venga, voy a preparar un baño en bañera, a lo loco, para relajarlos, les doy de comer en plan brunch a la una y poco y luego espero que caiga una siestecita (os recuerdo que llevo en pie desde las 3).
Lleno la bañera y, ¡oh, se acabó el gas y hasta mañana nada! Pues nada, aprovecharé el agua para lavar ropa blanca, que aquí no se tira nada.
Cambio de planes, toco la sirena, ¡A comeeeer!!

– ¿Qué hay?
– Arroz blanco que hace un montón que no comemos. Estoy preparando el tomate, venga a la mesa.
– ¡¡Con tomate noooo!!! Buaaah….con Jamón!
– Con chorizo, ¡¡con tomate noooooo!!
– ¡Que esto no es un restaurante a la carta, todo el mundo a la mesa!

Buaaaaah por triplicado, dos porque la vida alimenticia no tiene sentido y el otro por empatía.
PARÉNTESIS:
¡Mamáaaaa! Que no encuentro el holograma de Yokaiiii! ¡Y sin él no puedo comer!
Venga, a buscar el holograma, que estaba debajo de la mesa del salón.
FIN DEL PARÉNTESIS.

14’15. Acostados para dormir siesta.
15’00. Cachondeo máximo. No hay siesta aún.
16’00. Siguen sin dormir siesta.
17’00. Que si quieres siesta que la duermas tú.

El padre se lleva al mayor a su último día de talleres. Bien. Descanso auditivo.
Mi tarde es un arrastrarme por la vida y mirar el reloj para ver si las manecillas cortas, esas que marcan las horas interminables tienen a bien avanzar. Pero nada, que ahí siguen, quietecitas como unas benditas.
Voy a poner una lavadora y veo el baño lleno de toallas mojadas que no estaban antes, juguetes de agua en una bañera que yo no he puesto ahí, huellas de pisadas que mezclan mugre con jabón que no son mías…Sospechoso…Me resbalo, por supuesto, sino no sería yo.

-¿Qué ha pasado en la bañera?
– Naaaadaaaa…
– Jijijijijijijiji

18’00. ¿No será que mi vida pasa a cámara lenta y yo no me he dado cuenta?¿Dónde está el mando a distancia de mi existencia?
18’30. Mediana y pequeño se tumban en el sofá adoptando una postura fetal que me da pistas sobre lo que va a suceder a continuación: una hora y media de lucha titánica contra sus ojos -que son los que se empeñan en cerrarse, no ellos, Dios los libre-., hasta que, con cena preparada en la mesa y todo me rindo en esta batalla, que no la guerra.
Hoy han ganado ellos, pero voy elaborando mi estrategia. Quedan 81 días para llevarla a cabo…

PARÉNTESIS:
#Elde5 ha dormido agrarrado al holograma, no vaya a ser que desaparezca otra vez y la liemos de madrugada…
FIN DEL PARÉNTESIS.

Loading