Post-trimaternidad-familia numerosa-sobreviviendo-vacaciones-blogCuaderno de bitácoras. Día 10 (01/07/2017)
Bienvenido Julio, o lo que sea.
Podría resumir el día así: madrugón indecente = niños insoportables pero sería demasiado reduccionista…
El madrugón sí, tal cual. El padre, en su infinita sabiduría, se los lleva a realizar el recorrido diario de parques con la perra-yegua al son de 

– «¡Noooo! ¡Estoy cansada! ¡No quiero andar tanto! ¡Que tardamos mucho!…»

Y un 

– «Aaahhhh…haber dormido más»

Durante esas casi dos horas continúo con mi síndrome «ordenil, higienil, limpiezanil». 
Se llame como se llame, hoy le toca el turno a la habitación más temida de la casa, esa que hace veces de estudio, sala de juegos, leonera e incluso dormitorio improvisado. Ese en la que, por más cajas de Ikea que metas, siempre habrá cienes de playmobil, lápices, legos, cromos por el suelo. Esa que parece tener vida propia. Esa de la que siempre sacas una bolsa de basura. Esa en la que los juguetes se reproducen por generación espontánea.
No creáis que dos horas dan para mucho en ese antro. Pero no hay prisa, así que en cuanto regresan de su excursión matutina -esta vez vuelven cantando y jugando a que viven en el desierto-, me ducho, me cambio y pasamos a nuestra siguiente aventura, conocida como «la compra familiar en el hiper». Terrorífica.
Madre-blog-herida-familia numerosa-supervivencia-vacacionesMientras #Elde9 se escapa constantemente, los otros se lo quieren llevar todo (ya sabéis), y, entre que pones un ojo en los puerros y otro en el niño con medio cuerpo dentro de la nevera de los helados, te comes un palé de latas de atún con el pie derecho.

– «No pasa nada, estoy bien»-replicas muy digna. 

Conforme pasan los segundos el pie te va doliendo más y más, lo notas arder; vaya, parece que te has levantado un poquito la piel. No es nada. Instantes después notas algo pegajoso, tienes los dedos y las sandalias llenos de sangre. Un buen cuajo al lado de la uña que te duele horrores. Bien. Cómo molo.

– ¡Mamá tiene sangre! ¡Mira Ale, pobre mamá! Tú no andes, no hagas nada, que ya cogemos las cosas…
– A ver que puedo andar, que no me voy a morir.
– Dejadla chicos, que si eso la cambiamos por una de 25 más nueva.
– ¿Qué dices papi?
– Que si eso…
– Cállate

(basado en hechos reales)
Estamos en la caja y plaf, un paquete de espaguetis se rompe por la base. Ala, se lía la del pulpo.
Preparamos las bolsas para que la lleven a casa. Embolso una, se escapa el mayor, embolso otra, se escapa el mayor, embolso otra…vivo en un déjà vu.
Vamos a por el coche y, ¡oh! qué suelto llevo el pie…Anda, se me ha roto la sandalia del otro pie, del no herido. Bien. Día zapateril completo, día comansi.
Hoy necesito siesta, por la gloria de mi madre. 

– ¡No quiero, no quiero!
– A dormir un poco, que si no esta tarde no podemos hacer nada. Venga, me acuesto contigo
– No quiero, no quiero, no…zzzzzz

Fuente: «De lunares y naranjas»
Cuando estoy abrazando a Morfeo, a pesar de los grititos de #Elde9 que dice que eso de dormir es para cobardes, riiiing….lega la compra. La madre que parió al clavijo. Menudas horas. Ya desvelada. Al menos es pronto y queda siesta,…pues no, aparecen por ahí, tan panchos. Todos.
Pues mira, nos vamos a la piscina a ver si los cansamos.

– Cari, vamos a un gimnasio pokémon que hay no sé qué y te necesito a mi lado para no sé cuántos.
– Pero, ¿qué tengo que hacer?
.- Luchar
-¿Y eso como se hace? 

Total, 20 minutos en el coche conquistando un gimnasio. Pa qué. En esta casa tenemos todos grandes delirios de grandeza…
Vamos a la piscina, y tras días de un poniente horrible el agua está congelada.
Pero ya sabéis los que tenéis niños, no hay dolor.  Bueno sí lo hay, que mis criaturas me han pisado en repetidas ocasiones y adivinad qué pie…
Eso sí,  me he puesto mi bikini azul que hacía dos veranos que no me entraba.
Nota para mi futuro yo: no laves en la lavadora la parte de arriba, porque el relleno se arruga y se deforma.
Conclusión: cada vez que me movía demasiado (que con tres es todo el rato) se me salía la teta derecha, para alegría de socorrista y adolescentes de alrededor.
Afortunadamente, los niños no han exigido demasiado hoy y nos hemos ido prontito.
Guay, así vamos a la feria renacentista, que tiene una pinta estupenda,
Ya, ¿antes o después de que uno se espachurre en el sofá, el otro te de el pijama, la otra diga que quiere comer…?
Bueno, pues mañana es el último día, lo dejamos SIN falta para el domingo.
Ya veremos….
Al final, la reina de la casa, o sea yo, cae viendo un capítulo de Davinci Demon’s.  
Hemos sobrevivido a un nuevo día…
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Supersinglemami lo clava…

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