padres-pokémon-elmaridode-incursiones-pases-legendarios-blogÚltimamente se habla mucho de los grupos de WhatsApp de los colegios y, concretamente, de quienes están agregados a ellos, mayoritariamente las madres.
Hay artículos por doquier comentando y opinando al respecto, y no es para menos, por que el temita se nos ha ido un poquito de las manos.
Pero nadie habla de los grupos creados al efecto de coordinar incursiones Pokémon que a mí me están divinizando la existencia.
Comencemos por el principio…

En mi caso os cuento:

– 2 grupos de clase
– 1 grupo de colegio del mayor
– 2 grupos de extraescolares
– 1 grupo de Asociación de Autismo
– 2 grupos scouts
– 2 grupos de catequesis

A esto suma profesionales sin grupo que prefieren contactar por este medio, grupos de amigos, familias, bloggers, cumpleaños y pocholadas varias. 
Luego sigo con redes en telegram, facebook, fanpage, blog, instagram y la madre que parió al clavijo, tengo grupos para dar y regalar, de trabajo, lúdicos y absurdos.
A veces no sé si estoy preguntando el contenido  de una reunión a la que no he podido asistir a los de la clase de tercero, o a la madre de un amigo del hijo de la que iba a clase de un profesor de la pedagoga que trabajaba en el colegio de una blogger amiga que pasaba por ahí cuya empresa fui a visitar en una cita de trabajo…
Y mi mente implosiona por dentro.
Ahora bien, ¿cómo hemos llegado a este punto? ¿Por qué yo, maestro?
Mi marido no utiliza las redes sociales «porque no tiene tiempo». Doy fe; trabajo con el niño, trabajo fuera de casa, viajes, curso de idiomas, etc…pero ¡ay bribón!, que hemos cambiado las terapias y ahora ya no requiere tanto tiempo de dedicación…y es cuando ve todo un mundo de posibilidades abierto ante él como entrenador Pokémon. Tiembla Ash Ketchum, o como se diga.

«Aquí hay futuro, churri» – me dice
«Soy un nivel 38, churri» – me dice
«Tengo no sé cuántos legendarios, churri» – me dice
«Tengo incursión, churri»- me dice
«No sé qué de un pase, churri» – me dice

La cuestión es que en nada y en menos este ser humano ha reactivado sus redes sociales y yo me froto las manos.

– Churri, mira, vamos a repartirnos los grupos de WhatsApp porque se me está colapsando la neurona, ¿sabes?

Y entonces me dice:

–  Uy no puedo, bastante tengo con los dos grupos Pokemon que tengo. (Que no es que no quiera, válgame Dios)*

*NOTA: pensamiento que intuyo ha tenido por su expresión, llamadme suspicaz… 

Dos grupos. No cien. No. Dos.
Y ahí lo tienes, todo el día con el pipipipipipipi de los mensajes. Que digo yo, que lo de silenciarlos y tal ya para otra vida. «Ah, ¿que se silencian?» Sí churri, se silencian. Y, no te lo vas a creer pero los audios se pueden escuchar si pegas la oreja al móvil. Es maaaaagia…..
Lo bueno de esto es que constantemente está saliendo a hacer recados, puedo encargarle cualquier cosa que de buen gusto se acerca, lo que sea, a la hora que sea…porque, no os lo váis a creer, pero hay incursiones de esas a cualquier hora del día repartidas por todos los gimnasios Pokémon. Y mira, así aprovecho si necesito algo de la ferretería, papelería, farmacia, del súper…
La perra está poniéndose tocha de tanto caminar y es el can más feliz en kilómetros a la redonda.
Las incursiones intempestuosas al final no van a ser tan malvadas si sé utilizarlas bien a mi favor.
De momento van compensando las ralladas de los grupos whatsaperianos.
Amigos, creo que he encontrado una mina. Si alguien necesita algo, ya sabéis, pedid que se os dará.

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