“Una vida diferente” es un cuento que relata una historia de superación.
Detrás de sus hojas se encuentra Sheila Martín Esparza, una chica extrovertida y alegre que adora bailar.

Nació en Pamplona, desde entonces tuvo muchas dificultades: cardiopatía, afectación visual, dificultades de aprendizaje, sangrados, también padeció bullying en el colegio. A sus 27 años, le diagnosticaron  Síndrome de Noonan, un síndrome tan común como desconocido.

Se trata de un trastorno genético caracterizado por una estatura baja, dismorfia facial característica y anomalías cardíacas congénitas. La incidencia se estima entre 1/1.000 y 1/2.500 nacimiento vivos, siendo una enfermedad catalogada como poco frecuente. Además, conlleva una serie de  anomalías cardiovasculares, siendo las más frecuentes la estenosis pulmonar y la cardiomiopatía hipertrófica.

Este cuento nace como resultado de la inquietud de una madre que quería contarle a su hija de 4 años una historia con valores que le ayudara a asimilar su diferencia de talla y rasgos faciales: «La sociedad nos inculca estereotipos que debemos seguir pero, somos nosotros los que debemos definirnos y no los demás».

Norah es una peque que un día pesca un pececillo payaso, al que cuida y del que se hace amiga. A través de su historia aprende la diversidad de la naturaleza, de la vida, la aceptación y que lo que realmente importa es ser feliz.

Niñadibujando en un cuaderno en el suelo. Morena, con el pelo rizado negro, cortpuun vestido rojo de manga corta

La Asociación Síndrome de Noonan Asturias editó el cuento y empezó a trabajar en los centros escolares la empatía y la diferencia como algo positivo. Se ha hecho con cuentacuentos a través de la red de Bibliotecas Municipales y librerías, y una representación teatral. También se ha ideado un expocuento, un original proyecto en el que los colegios pueden trabajar los valores de la diversidad y la inclusión en las aulas a través de una exposición fotográfica de las bellas ilustraciones de “Una vida diferente”.

La protagonista de esta historia luchó contra grandes leones, furiosos dragones y malvados enemigos. Nunca necesitó a nadie para salvarse, lo hizo a sí misma. No comió perdices sin embargo, fue feliz. Entendió que la diferencia era lo que le hacía especial.

¿Qué es lo normal? ¿A qué llamamos raro? La diferencia puede ser única y especial, por eso, es importante la creación de cuentos que transmitan valores como empatía, respeto o solidaridad. Al igual que es necesario que las niñas y niños se identifiquen en sus historias.

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