Te suena, ¿verdad?
 Esta organización no gubernamental internacional lleva desde 1979 luchando de manera independiente contra el hambre, el sufrimiento físico y las situaciones de desamparo que amenazan la vida de mujeres, hombres y niños, tal y como figura en sus principios.
   Un mundo sin hambre.
   Esa es su misión.
   Y trabajan por ello con todos los recursos de los que disponen, que nunca son suficientes.
   ¿Te cuento una paradoja? el mundo produce EL DOBLE de alimentos necesarios para alimentar al total de la población mundial. Como lo oyes. Aún así, 790 millones de personas no se alimentan lo suficiente cada día: 1 de cada 9.
   Los más afectados, los niños.
  Cada día 8500 niños mueren por desnutrición aguda, y los que padecen desnutrición pueden tener graves problemas en su desarrollo físico y cognitivo.
 Nos explican que existe un tratamiento específico que pueden proporcionar pero que, desgraciadamente sólo llega a 1 de cada diez.
   Ahora, a este drama súmale la tragedia de los refugiados Sirios.
 Familias que han tenido que abandonarlo todo con lo puesto sin más perspectiva que la supervivencia del día después. Sin nada.
   Su presente pasa por algo tan básico para nosotros como el sustento diario, qué minimo, porque sin alimento, sin agua, sin salud, no será posible que puedan luchar por seguir adelante y construir un futuro. Y en especial para los niños que en ese punto deberían estar preocupándose tan solo de ser eso, niños y de jugar y no de saber si van a tener qué llevarse a la boca al día siguiente.
   ¿Y en España?
   También están presentes aquí, con programas de Empleabilidad y Formación. Es más, de cada 10 € donados, 8’5 son destinados a proyectos sobre el terreno y a acciones en nuestro país y el 1’5 restante a captación y administración.

   Para nuestra seguridad, cuentan con auditorías externas además de una auditoría interna llevada a cabo por Ernst &Young. Como dato comentar que el año pasado la ONG pasó más de 70 auditorías ante las que han tenido que justificar absolutamente cada céntimo. Así que podemos estar tranquilos sabiendo que nuestros donativos van a donde tienen  que ir.

  ¿Y qué podemos hacer? Con poco mucho.
   Con 10 € un kit de vacunación trivalente polio y sarampión para un niño.
  Con 30 € puedes garantizar la formación agrícola básica a una familia para que pueda mejorar su cosecha.
   Con 40€ entregas un tratamiento nutricional para un niño con desnutrición.
   Pero al final cualquier donativo es bienvenido por pequeño que sea, porque como he dicho antes un poco entre todos es MUCHO.
 ¿Te unes a la generación que puede acabar con el hambre en el mundo? Puedes hacerlo desde    
este enlace o desde el banner que encontrarás en el lateral de la página.
  Gracias por escucharme y por estar ahí. Y gracias a Madresfera por formar parte de esta colaboración

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