En mi casa vivimos muy de cerca los problemas de la piel. Rodrigo constantemente desarrolla dermatitis varias, aunque conforme ha ido crecido a sus 12 años se han focalizado en la zona del pañal y en las mejillas; Aitana sufre erupciones en la espalda, urticaria nerviosa y aparición estacional de ampollas entre los dedos (como yo) y Alejandro presenta descamaciones en las extremidades asociadas a cambios de temperatura, algo que le genera un picor insoportable.

Durante años he lidiado con la piel atópica. Una sucesión de viajes a la farmacia, de consultas, de cremas, de remedios con tal de calmar, reducir las escoceduras y tratar de volver la piel de mis pequeños a la normalidad.

Pero, ¿qué es una piel atópica?

Es el término con el que se describe una afección crónica de la piel causada por una inflamación de las capas superficiales de la piel, que se manifiesta con enrojecimiento, picazón, pequeñas protuberancias y ampollas, supuración y formación de costras, y posteriormente descamación y engrosamiento de la piel. Afecta a aproximadamente un 20% de los niños y se prolonga hasta la edad adulta, de manera que seguirán padeciéndola entre un tres y un cinco por ciento. La incidencia de dicha enfermedad va en aumento debido a los hábitos de vida y a agentes relacionados con la contaminación, la falta de sueño y el estrés, que provocan su aparición.

La dermatitis atópica en los niños suele aparecer en la cara y en zonas de flexión como los codos, las rodillas, la cara interna de la muñeca o en el cuero cabelludo, piernas y glúteos. En el caso de los más pequeños aparece una piel seca y descamada, que se desprende con facilidad. En el adulto se ven estas irritaciones en cara y cuerpo. Aun así, sea adulto o niño, estas alteraciones se acompañan de un picor más o menos intenso y de posibles lesiones de rascado.

No se puede prevenir, dado que se produce por una predisposición genética pero sí podemos controlarla y combatir los factores que lo agravan.

Recomendaciones

Algunas de las recomendaciones que me han ido dando profesionales y que he ido aplicando a lo largo de estos años han sido:

  • Acorto baños/ duchas.
  • Les seco sin frotarse con las toallas.
  • Utilizo siempre cremas varias veces al día que hidraten, evite la sequedad y alivien la picazón o comezón que nos provocan las erupciones. Aquí podéis ver una comparativa de las 8 Mejores Cremas Para la Piel Atópica
  • Trato de controlar en la medida de lo posible la temperatura evitando los extremos. No hay calefacción fuerte, llevan capas para ir adaptándose a los diferentes lugares con tal de no pasar ni mucho frío ni mucho calor, evito pasar con ellos por la zona de refrigerados por ejemplo, o exponerlos cerca de aires acondicionados…
  • Utilizo en la medida de lo posible ropa de algodón.
  • Nos pasamos el día aspiradora en mano en casa
  • Siempre lavo la ropa nueva y siempre utilizo detergentes hipoalergénicos
  • Quito directamente las etiquetas de la ropa.
  • Todos llevamos las uñas cortas para evitar la tentación de rascarnos, especialmente Rodrigo cuya capacidad cognitiva no le permite comprender que debe evitarlo cuando hay costras o erupciones.
  • Intento distraerles y mantener las manos y mente ocupadas para que no piensen en el picor: dibujando, jugando con la consola, con legos, haciendo manualidades,  dando conversación…
  • Les he enseñado a tomar las riendas, de manera que cuando hay días en los que tienen brotes, ellos buscan las cremas, o se aplican frío en la zona. A veces solos, a veces con ayuda, sabiendo que es cuestión de tiempo encontrar alivio.

Dermatitis, discapacidad y Autismo

Y es que no es extraño que mirando a nuestro alrededor no veamos a alguien con problemas de piel: estas enfermedades son la cuarta causa de discapacidad mundial que se desarrolla a lo largo de la vida, por detrás de la anemia, la tuberculosis y las discapacidades sensoriales. Así lo afirma un estudio del Centro del Cáncer de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, Jama Dermatology.  En concreto suponen un 1,79%, encontrándose la dermatitis en primer lugar con un 0,38 por ciento -incluyendo en este grupo la atópica, de contacto y la seborreica-.

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